lunes, 1 de diciembre de 2008

Inocencia

Los arreboles de una niñez dulce, feliz, eterna
Parece que yace en aquellas arenas doradas de mi playa
Larga y angosta como mi país.
Fenecen la inocencia inmensa de caracolas virginales.
Llega la tarde , sonrojando el horizonte,
Acrecentando las sombras de aquellas rocas
Que vieron morir tu infancia.


Atraviesan la bahía, emergiendo de entre las olas,
Cual barcos gigantes, tus sueños y tu llanto.
OH, dulce amor eterno
Como pudiste llenar de odio, ese corazón blanco de páginas sin escribir?
Como hiciste para que levantara la vista y le doliera lo que a través de aquellos ojos
Llenos de nubes negras, podía ver. ¿

Vuélvete, vida vuélvete, no dejes que corra por aquel,
A quien un día entrego su vida
Con remolinos de ansiedad, pensando que no podría, ya sin el estar.

Cambio sus alas, por cadenas invisibles,
Donde dolió el alma , lacero su frente y pidió a gritos morir,
Mil Ordás, clavaron sus dagas, que de aquellos ojos vio,
Sintió el dolor , en su cara se reflejo.


No habrá más primaveras, ni otoños a sus pies,
Quemaran las cenizas los recuerdos del ayer.
Porque no puede seguir viviendo como aquel, sin descanso ni solaz
Abrázala vida abrázala
No dejes esa flor morir,
Que mañana en sus brazos sostendrá., a la vida que le queda y que acaba de nacer.

1 comentario:

Emmy dijo...

Que puedo decir, escribes maravilloso Tiíta linda....Te quiero mucho