lunes, 1 de diciembre de 2008

Lluvia

Caes lluvia
Fuerte, dolorosa, eterna.
Golpeas con fuerza la faz del niño que duerme,
No tienes piedad de la madre que ahoga
Un ruego al cielo,
Que oscuro no escucha.
Esas lágrimas se confunden con el agua que corre
Por aquellas paredes que ya no protegen.

Ese leño no abriga
La mirada suplicante al viento,
Niño mío, despierta
Que aunque la pobreza nos aplaste
Tu sonrisa cariño mío
Borra mi aflicción.

Ya veras que tu madre
Aunque tenga el vientre frío y lleno de dolor,
Te dará tibieza de su pecho
Y un río inmenso de amor.

Bebe hijo bebe
Que mientras lo haces
Das vida a mi corazón

Sabes hijo, serás el mejor
Y harás que tus manitas suaves acaben con el dolor
De no tener el don de conquistar el
Mundo que gira en forma inversa a ese sentimiento
Eterno que se llama amor.

Tu no sabes que tu madre,
Es esa, la que abandonaron con una
Paloma en el vientre que quería libertad.

Vuela, vuela niño mío
Que en ese vuelo veras que
Otras palomas mojan sus alas por culpa de otros
Que no han sabido dar,
Ni abrigo, ni miga, ni piedad.

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